Aullido

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El hombre comparte con el lobo la necesidad de que lo escuchen

jueves, 3 de noviembre de 2011

Yo soy idiota

Yo debo ser tonto. Y no porque no compre en Media Markt, que lo hago, sino porque voy a votar al PSOE en las próximas elecciones generales del 20 de noviembre. Eso sí, debo ser tonto -o idiota- según Valderas y González Pons, que se han cubierto de gloria en el final de la precampaña. A mí no se me ocurriría nunca decirle lo mismo a alguien que vote a sus partidos o a otros de los que se presentan a las elecciones. Porque yo soy demócrata.

¿Quiere esto decir que Pons y Valderas no son demócratas? No. Esto quiere decir que yo sí lo soy. No hay nada más sagrado que el voto, que tanto trabajo le costó conquistar a las generaciones que nos precedieron, por cierto. Por ello me resulta inconcebible que dos políticos de la responsabilidad de ambos descalifiquen de esa manera a los votantes de su principal adversario político.
Yo no entiendo que un trabajador vote a un partido en el que se incluye también la extrema derecha como es el PP, o que haya gente que prefiera una coalición desde mi punto de vista con escaso sentido en la actualidad y con continuos bandazos. Pero ese soy yo. No por eso considero idiotas a quienes lo hagan. Allá ellos.

De lo que no se da cuenta esta gente es de que nos hacen un favor. Y me explico. Nada une y moviliza más que la agresión externa. Por eso, aberraciones verbales como ésta o como las de Ana Mato, o como las de Duran y Lleida nos movilizan probablemente más que muchas soflamas de nosotros mismos.

En veinte minutos me voy a la Merced a participar en el inicio de la campaña electoral de mi partido, el PSOE. Allí estaremos varios centenares de idiotas convencidos de que la llegada de la derecha al poder sólo supondría un retraso social al que ya asistimos con Aznar, y eso que entonces la economía mundial iba bien. Para intentar evitarlo haremos todo lo que democráticamente sea posible. Desde luego no llamar idiotas a los votantes de otro partido.

1 comentario:

Jose A. Cortes dijo...

No pongo calificativos a los votantes de IU. Me da exactamente igual quién o quiénes voten a IU. Pero sí algo tengo claro es que los dirigentes de IU nos consideran enemigos. El exabrupto de Valderas no me sorprende conociendo al autor de sus discursos y su mano derecha, que lleva desde el 95 intentando ser alcalde sin éxito. Esto es cómo el chiste: "cómo el alcalde no sabe firmar,lo hará en Su nombre el secretario. Este firmó estampando la huella de su dedo pulgar".