Aullido

Aullido
El hombre comparte con el lobo la necesidad de que lo escuchen

miércoles, 18 de mayo de 2011

Nadie de rodillas

Dijo ayer Alfonso Guerra que el socialismo es luchar para evitar que nadie tenga tanto como para poner de rodillas a otro y nadie tan poco como para verse obligado a ponerse. Es una manera sencilla de definir el socialismo pero muy certera. Algunos dicen que la izquierda en general y el socialismo en particular están anticuados, obsoletos. Algo que se cae por su propio peso. El socialismo surge primero para acabar con el sistema capitalista y posteriormente, tras abandonar el marxismo, para buscar la igualdad de derechos entre las  clases y dirigir el mercado en beneficio de los que menos tienen. En definitiva: para velar porque el pez grande no se coma al chico.

Y no siempre se consigue. Es cierto. Decía Guerra que continuamente surgen problemas que nos plantean nuevos retos y nuevos intentos de tragarse a los desfavorecidos. Y es ahí donde el socialismo es imprescindible. Porque, con nuestros errores y aciertos, de lo que no me cabe la menor duda es de que el PSOE es el partido que mejor defiende los intereses de los "sufridores históricos". Ya sé que hay cuatro millones y pico de parados, ya sé que la crisis se está cebando con los más débiles, pero no albergo ni una sola duda de que con la derecha en el poder "la crujía" habría sido muchísimo más dura para los de abajo.

Cuando gobernaba el PP, en años de bonanza económica, que comenzaron con Felipe González, que no se le olvide a nadie, se recortaron becas, subsidios, se privatizaron servicios sin ninguna necesidad, se achicó como nunca el sector público... y las diferencias entre ricos y pobres aumentaron de manera muy considerable a pesar de que, repito, eran tiempos de vino y rosas.

Yo quiero aplicar a Huelva esta teoría. Nuestra ciudad merece el PSOE en el Ayuntamiento. Nadie como Petronila sabrá ponerla en su sitio. Hemos perdido dieciséis años de habas con choco y cohetes mientras el paro de la capital es muy superior al del resto de la provincia y, por tanto, las necesidades también. Ha llegado el momento de que el Ayuntamiento tire del carro y Huelva se suba al tren del progreso. Para ello, como dijo Alfonso Guerra, es necesario que todos los que tengan el corazón caliente y quieran una sociedad más igualitaria llenen las urnas de puños y rosas el proximo domingo.