¿Cómo que tú que pintas aquí? ¿Cómo que dudar de la presencia en ese acto de la presidenta de la institución provincial en la presentación de un proyecto de capital importancia para el conjunto de Huelva, no sólo para la capital? ¿Cómo que dudar de la presencia en ese acto de un miembro del jurado que elegirá finalmente el proyecto ganador? ¿Cómo que dudar de la presencia en ese acto de una representante pública que, por cierto, está haciendo más fuerza que el propio alcalde para que la llegada del AVE a Huelva sea una realidad, empeñado como está Perico en que no llegue si son los socialistas los que lo traen...?
Las respuestas a estas preguntas llegan por muchos caminos que convergen en uno solo: El alcalde lleva demasiado tiempo acostumbrado a no ver más allá de su ombligo encerrado en una torre de la que espero que la gente de Huelva lo saque para siempre el próximo 22 de mayo.
No digo que el alcalde no sea demócrata, digo que tiene una idea muy particular de la democracia y de las relaciones y lealtad institucionales. Ejemplos a lo largo de estos larguísimos dieciséis años hay muchos. No me voy a centrar en ellos. Cuando fui concejal sufrí en mis carnes el desprecio y la humillación -sí, sí, humillación- a que el equipo del gobierno de la derecha -es casi el mismo todavía- viene sometiendo a la oposición desde que llegara al poder.
El próximo 22 de mayo los onubenses tenemos la ocasión de que en ningún acto público se repitan preguntas como la que encabeza esta reflexión. Confío en que una amplia mayoría sepa entender que ya está bien de espectáculos de este tipo y de amar a Huelva y trabajar por ella solo cuando conviene electoralmente.
(Y otro día hablamos del Recre, que ya me están tocando de nuevo las narices con tanta manipulación y manoseo de MI EQUIPO)
3 comentarios:
Amigo, Fiscal. El alcalde de Huelva es muy buena gente... mientras todo esté a su gusto. Cuando algo se le tuerce, sale una personalidad que deja mucho que desear. Tú lo sabes y yo lo sé.
Yo no tengo nada contra el alcalde de Huelva. A mi una vez me dijo mamarracho y tenía razón.
Y yo también lo sé
Publicar un comentario