Los agoreros piensan que jamás saldremos de la crisis -yo creo, además, que, mientras no les afecte a ellos, lo desean-. Pero no se saldrán con la suya. De los innegables efectos dolorosísimos que a muchas personas les está ocasionando la recesión que vivimos no hay ninguna duda. Como tampoco la hay de que el final del túnel llegará alguna vez.
A los agoreros que se regodean en las dificultades actuales les gustaría que esto no sucediera antes de que se celebren las próximas elecciones. Porque, claro, la culpa de esta crisis la tienen Zapatero y Chaves, y nunca, ¡nunca!, las políticas neoconservadoras de los que decían gilipolleces mientras ponían los pies encima de una mesa. ¿¡Cómo se puede pontificar de la manera que lo hace el que corría nosecuántos kilómetros en nosecuántos minutos mientras se dedicaba a practicar el esquí de fondo los fines de semana habiendo sembrado lo que sembró¡?
La derecha es así. Tiene ese arte. Le da la vuelta a las cosas sin que se le mueva el pelo engominado. Así lo ha hecho en Madrid mientras es espían entre ellos, en Valencia entre escándalo y escándalo y en Huelva, claro, tantas y tantas veces.
Pero volviendo a la crisis quiero hoy expresar mi deseo y mi esperanza de que tras 2009 la cosa cambie a mejor. Las medidas que se están tomando en España, en Europa y en Estados Unidos –resulta increíble que el del esquí siga defendiendo la gestión de Bush- darán su fruto y esto cambiará, insisto, a mejor. Ahora bien, si repetimos los errores, si la cultura de la especulación se impone de nuevo la crisis volverá sin remedio y otra vez nos llevaremos las manos a la cabeza para regocijo de los agoreros.
José Fiscal
Publicado en el suplemento Saltés de Odiel Información el 15 de marzo de 2009
A los agoreros que se regodean en las dificultades actuales les gustaría que esto no sucediera antes de que se celebren las próximas elecciones. Porque, claro, la culpa de esta crisis la tienen Zapatero y Chaves, y nunca, ¡nunca!, las políticas neoconservadoras de los que decían gilipolleces mientras ponían los pies encima de una mesa. ¿¡Cómo se puede pontificar de la manera que lo hace el que corría nosecuántos kilómetros en nosecuántos minutos mientras se dedicaba a practicar el esquí de fondo los fines de semana habiendo sembrado lo que sembró¡?
La derecha es así. Tiene ese arte. Le da la vuelta a las cosas sin que se le mueva el pelo engominado. Así lo ha hecho en Madrid mientras es espían entre ellos, en Valencia entre escándalo y escándalo y en Huelva, claro, tantas y tantas veces.
Pero volviendo a la crisis quiero hoy expresar mi deseo y mi esperanza de que tras 2009 la cosa cambie a mejor. Las medidas que se están tomando en España, en Europa y en Estados Unidos –resulta increíble que el del esquí siga defendiendo la gestión de Bush- darán su fruto y esto cambiará, insisto, a mejor. Ahora bien, si repetimos los errores, si la cultura de la especulación se impone de nuevo la crisis volverá sin remedio y otra vez nos llevaremos las manos a la cabeza para regocijo de los agoreros.
José Fiscal
Publicado en el suplemento Saltés de Odiel Información el 15 de marzo de 2009
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