Flipo con la campaña de los obispos en la que utilizan el lince para atacar el aborto. El primer objetivo lo ha conseguido: todo el mundo habla de ella. El segundo creo que no: los convencidos lo siguen estando, los contrarios están más seguros aún de lo que piensan, y los indecisos están desertando de la Iglesia a montones.
¿Qué voy a decir yo de la necesidad de proteger al lince y a otras especies en peligro -véase el título del blog-? Lo que sí quiero manifestar es mi sorpresa ante los todavía miles de seguidores que tiene la jeraquía eclesiástica. Esta campaña y las palabras de Ratzinger sobre los peligros del preservarivo para el contagio del sida hacen que ser cristiano practicante tenga verdadero 'mérito'.
Dice un amigo que la Iglesia ha hecho mucho daño a lo largo de la Historia. Episodios como éstos lo demuestran.
4 comentarios:
Efectivamente amigo Fisqui, esta campaña hace que te plantees muchas cuestiones, no estoy de acuerdo que siempre el fin justifique los medios, y en esta ocasión, menos.
Esta vez no han dejado indiferente a nadie pero creo que no han conseguido el efecto que esperaban, pues el rechazo a la misma es unánime, créeme incluso entre la gente más devota.
Un abrazo amigo,
Elo.
Pues si es para flipar y algo más.
Lo que no es comprensible es que todavía intenten reprimir derechos sociales alzando una bandera tan ficticia y caduca como el cristianismo católico, quieren imponer sus ideas y si se crean derechos que a los demás puedan interesar a ellos les da igual, y encima son ellos los que llaman radicales a los demás. Si ellos no quieren abortar que no lo hagan pero que por encima de todo que exista el derecho de poder hacerlo.
MIGUEL VAZQUEZ
Aunque la Iglesia ha conseguido mucha repercusión mediática para su campaña, en efecto, creo que cada uno mantiene su opinión (anterior) sobre el aborto.
Me parece que es pasarse tres pueblos comparar el aborto con la protección al lince, y como alguien dijo por ahí, es un despliegue de demagogia... barata, añadiría yo.
Saludos.
Me alegra mucho que estéis de acuerdo conmigo, pero aún me alegra más que sigáis mi blog, aunque sea de vez en cuando. Gracias y, por cierto, cuando los comentarios sean contrarios a mi opinión, POR SUPUESTO, se publicarán igualmente
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